Su innovación como periodista consistió en hacer un periodismo descentralizado, con redactores en las diferentes localidades andaluzas: “Adolece la prensa, en general, especialmente la de Madrid -que cree que España es la Puerta del Sol nada más-, del grave defecto de la limitación centralista, fenómeno que se reproduce en la región, y que hay que superar”.

Mientras, como andalucista, su concepto de Ideal Andaluz se cimentará sobre los ejes de la conciencia cívica, la cultura y el trabajo, superando por un lado las tesis meramente culturalistas predominantes en el Ateneo, y por otro las exclusivamente economicistas propias del marxismo ortodoxo.
A pesar de su dilatada militancia andalucista y republicana, tras la toma de Sevilla por Queipo de Llano en 1936 se pasará inexplicablemente al bando de los sublevados.
Fuentes:
-Artículos, José Andrés Vázquez, Fundación Blas Infante
-Guía Histórica de la Sevilla Andalucista, Jesús Vergara, Atrapasueños
Imágenes: Ex libris y firma de José A. Vázquez.



Ese sol, padre y tirano, Editoriales Andaluzas Unidas SA, Granada, 1984; y José Andrés Vázquez. Artículos, de Manuel Ruiz Lagos, Fundación Blas Infante y Excmo. Ayto de Aracena, Jerez, 1984

El nombre de Blas Infante nos advierte que no lejos de estos problemas se halla el emblema de Andalucía. Es la más clara señal de que se ha puesto de relieve el matiz andaluz de una idea, de un hecho".
José Mª Izquierdo, Relieves... sin relieve, Ateneo de Sevilla, 2007

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