El pasado 6 de febrero de 2008 se cumplió el primer centenario del nacimiento del músico y compositor Rafael de León y Arias de Saavedra en Sevilla, un prolífico autor que colaboró con otros autores como Manuel Font de Anta -uno de los precursores del movimiento folclórico andalucista que daría paso a la copla-, Joaquín Turina, Quintero y Quiroga (el famoso trío Quintero, León y Quiroga), y compuso más de 8.000 temas para primeras figuras como Concha Piquer, Rocío Jurado, Nino Bravo e incluso Charles Aznavour, destacando títulos como Tatuaje, La Parrala, Triniá, Ojos Verdes, María de la O, o ¡Ay Maricruz!.
Según Sonia Hurtado, Doctora en Filología Hispánica por la Universidad de Málaga y autora de una tesis doctoral en 1994 titulada La Copla. La poesía popular de Rafael de León: “forma parte de la línea neopopular de la Generación del 27, junto a Federico García Lorca, Rafael Alberti o Villalón”. Poetas de los que también será amigo personal, destacando Lorca, que influye sobre él cuando marcha a Granada a estudiar Derecho, con lo que se ha venido en denominar como “andalucismo lorquiano”.
Aunque es indiscutible que sus orígenes y su tronco son puramente andaluces, la promoción del franquismo de lo que éste llamó “folclore español” englobará y engullirá tanto la copla como el flamenco en una descontextualización y mixtificación propias del acérrimo centralismo, lo que explica la lenta recuperación de su dignidad que ambos géneros han tenido en los últimos treinta años como géneros característicos y caracterizadores de la cultura popular andaluza, una recuperación que el progresismo de la denominada Transición se negó a hacer.Manuel Font de Anta, Joaquín Turina y el maestro Quiroga.