Diamantino García


Diamantino García Acosta

Conocido como “el cura de los pobres”, será una pieza clave dentro del movimiento jornalero andalucista. Andaluz de adopción, nacido en la localidad salmantina de Ituero de Azaba, desde muy niño vino a vivir a Sevilla, instalándose en el históricamente popular y andalucista barrio del Cerro del Águila. A los 18 años ingresará en el Seminario después de haber rechazado una importante beca en medicina, y una vez ordenado sacerdote será destinado a la localidad de Los Corrales, donde rápidamente se integrará con un grupo de jornaleros formando parte de las Comisiones de Jornaleros del Campo Andaluz, germen del Sindicato de Obreros del Campo (SOC), del que será cofundador en 1976 junto a otros destacados dirigentes andalucistas como Juan Manuel Sánchez Gordillo o Diego Cañamero. También será colaborador de la ONG Entre Pueblos y fundador de la Asociación Pro-Derechos Humanos de Andalucía (APDHA).
Morirá en 1995, habiendo recibido tan solo dos años antes la Medalla de Plata de Andalucía.
En el X aniversario de su muerte el Sindicato de Obreros del Campo (SOC) organizaría un acto en su tumba con unas emotivas palabras pronunciadas por Diego Cañamero, Secretario General del SOC en ese momento:
Han pasado muchas cosas, Diamantino, desde aquel día fatídico en que nos dejaste huérfanos de tu palabra y de tus silencios tan elocuentes, de tu rebeldía sin ira y de tus sueños. Desde aquel maldito día en el que, como dijo nuestro amigo Carlos Cano, quedaron huérfanos los moros, los sudacas, los negros, los cobrizos y los gitanos. Y nosotros, los jornaleros y jornaleras. Los que tuvimos la suerte de compartir contigo el pan del trabajo y la sal de la lucha por una Andalucía mejor. Han pasado muchas cosas pero tu recuerdo sigue instalado en todos nosotros. Sigue presente el hueco que dejaste con tu ausencia. Porque tu recuerdo como ayer tu voz, nos llama a seguir peleando por nuestros derechos y también por los derechos de todos aquellos que llegan a nuestra tierra huyendo de una miseria que no hace tanto tiempo nosotros conocimos. Porque tú nos enseñaste a reconocer como a iguales a los hombres y a las mujeres por el brillo desamparado de sus miradas y en sus manos encallecidas. Hoy como ayer, Diamantino, seguimos reclamando esas utopías preñadas de realidades que nos hacen imaginar un mundo en el que nadie sea más que nadie por títulos y linajes, que la sangre de los inocentes no cotice en la bolsa ni sirva para engordar fortunas, en el que solo puedas llevarte a la boca el pan que seas capaz de ganar con tu sudor. Un mundo en el que, como tú dijiste, “la mitad no se muera de hambre mientras la otra mitad se muere de colesterol”. Sabemos Diamantino que no te faltaron peonadas de lucha y de sacrificio por los pobres que presentar a tu Dios. Desde donde estés, sabemos de tu alegría en cada nueva sede que el SOC abre en Andalucía, en cada visita a un tajo donde no se cumplan los derechos. Porque el SOC, como tu querías, estamos en los invernaderos de Almería y en los campos de fresa de Huelva, en los olivares de Jaén y en la vendimia en Francia o en La Mancha. En los hoteles en Mallorca o en las obras de la Costa del Sol, reivindicando tierras para cooperativas o exigiendo el Plan Forestal Andaluz, apoyando la lucha saharaui y denunciando a los criminales que se enriquecen con las guerras. Hoy como ayer, Diamantino, luchamos para que se cumplan las promesas de quienes nos gobiernan y que, en una Andalucía que presume de modernidad, no quepan tantas injusticias. Para que retiren las leyes que nos tratan como ciudadanos de segunda categoría, para que en la construcción de una Europa sin fronteras puedan más los derechos de los trabajadores que los de los mercaderes que esquilman nuestra tierra. Este es hoy, como ayer, nuestro compromiso. Y en esa lucha tu recuerdo, Diamantino, sigue siendo nuestro aliento”.

"La tierra es de quien la trabaja y la defiende con el impulso de los ideales puros": VÁZQUEZ, José Andrés, "Villamartín o el pleito de los tres siglos", en ABC, Sevilla, 4/Abril/1930 (citado en RUIZ LAGOS, Manuel, José Andrés Vázquez. Artículos, Jerez de la Frontera, Fundación Blas Infante y Excmo Ayuntamiento de Aracena, 1984