Al pueblo de Sevilla y a Andalucía
Esta juventud, al tratar de organizarse de una forma material, para venir a actuar de una manera firme y decidida dentro del ambiente sevillano, se dirige a todos, expresándole cuál ha de ser su actuación y sus fines, porque quiere crear (si le es posible) la norma capaz de orientar al pueblo andaluz, para conseguir su autonomía, condenando todos los antiguos métodos que, con bastarda aspiración, se han seguido hasta la fecha, trayendo a un campo real lo que ésta de una manera hipotética perseguía y anhelaba en su espíritu creador.
Por lógica consecuencia no venimos a copiar, sino que tratamos de Andalucía. Como el artista, queremos cincelar nuestra propia obra; como andaluces, queremos que nuestra libertad emane de nosotros mismos, para que sea verdadera.
Es por esto que no vamos a esbozar un programa. Todos los partidos le tuvieron, mas ninguno lo cumplió. No amamos la letra muerta, sino el genio vivo del espíritu, que cultiva sus sentimientos como supremo galardón humano; vamos, pues, a expresar el sentimiento que nos anime; él es la única fuente de donde surgirán nuestras futuras realizaciones.
No queremos ni pretendemos jamás gobernar, porque entendemos, virtud a las circunstancias que han rodeado a esta palabra, y a la interpretación que de ella hicieron los hombres (?) que por gobernar se ha tiranizado al pueblo. No aceptamos ninguna imposición de fuerza, y por esta causa rechazamos terminantemente imponernos por estos métodos. Buscamos el reinado de la razón y de la justicia, y nuestras fuerzas emanarán de ellas; tratamos de educar en el respeto y amparo de la libertad de todos; buscamos a los hombres puros que aspiren al mejoramiento humano. Para nosotros las palabras no tienen más valor que el de sus sentidos; una misma palabra puede unir a todos los hombres. Creemos y estimamos que los hombres se dividen por denominaciones distintas, que en si no expresan más que un solo sentido, un solo deseo: <
Condensamos nuestra aspiración en el Municipio Libre, en el trabajo y en la producción, en la libertad de Andalucía, como faro gigante que ilumine la libertad de los demás pueblos.
Rechazamos las representaciones parlamentarias; no seremos jamás partido político, sí un núcleo de orientación, cuya base económica sea la mutua cooperación del trabajo.
Deseamos la coordinación de todas las fuerzas redentoras, como medio eficaz de rápido mejoramiento; queremos la labor de conjunto, con suprema libertad del espíritu y del pensamiento.
Pretendemos conquistar el Municipio y regirlo por los sentimientos libres del pueblo; desde él queremos hacer la obra de mejoramiento necesario; crear Escuelas, Universidades populares, Casas de recogimiento para la vejez, Hospitales y sanatorios, Escuelas profesionales de artes y oficios, justicia municipal gratuita, espectáculos públicos, gimnasios y baños; regularización de mercados a precios mínimos, cooperativas de consumo, contratación de obras por sindicatos, legalización de la función de éstos, archivos, bibliotecas…
Paz y respeto, producción y trabajo; amor y libertad.
Fuente: El Noticiero Sevillano, Sevilla, 16 de Octubre de 1932
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