La Cámara de Inquilinos y Blas Infante

Cuartillas para el mitin de la Cámara de Inquilinos en Sevilla, el 27 de Mayo de 1923. “Salón Imperial” (1)
No preocuparos por encontrar solución al problema de la vivienda, torturando la Naturaleza, como diría Bacón, al intentar (x) (2) apurar, para plantear la cuestión, todas las formas o maneras de combinar sus distintos factores.
Fórmulas justas y prácticas de salvación, existen; e investigadas, han sido por los hombres de buena voluntad; desde aquellas que vienen a contradecir radicalmente, los fueros privilegiarios de los actuales intereses gobernantes de la Sociedad, hasta las que llegan a suplicar una transacción o a implorar una limosna de justicia de los fueros excluyentes atribuidos por la fuerza del Estado, (x) a aquellos intereses, que del Estado hicieron una simple arma de su particular defensa.
Fórmulas de solución, existen: Lo que falta es un Poder Social que quiera aplicar esas fórmulas; o una firme voluntad revolucionaria que a romper venga en un solo acto de santa rebeldía, la clave de ese Poder, obstáculo y no medio de realizar los fines sociales; lo que sobra es resignación o miedo, en vosotros, los oprimidos; cobardes vacíos de un palpitante ambiente ideal, en donde, apenas surgida, toda noble idea de redención, se ahoga.
Pintada en el barrio del Pumarejo, donde la Cámara
 de Inquilinos de Sevilla, fundada por Pedro Vallina,
llevó a cabo numerosas actividades. 
Fórmulas, existen; y, contrastadas por la experiencia; y sancionadas por la justicia natural; y comprobadas por la medida de la universal convivencia económica. ¿Qué adelantaríais, con elaborar en esta reunión, otro proyecto más; otra petición más, que exponer en la acostumbrada solicitud, a los poderes centrales o municipales? Nada. Absolutamente, nada.
Recordad el folleto publicado sobre esta cuestión por la Sección Sevillana de la Liga Georgista, recogiendo la información, abierta a su instancia en el Ayuntamiento. Hasta una evaluación del valor social del Suelo urbanizable de Sevilla, llegó a hacer por su cuenta, supliendo deficiencias de esa Oficina Municipal, la Entidad citada; Estudiad los innúmeros manifiestos publicados por el Centro Andaluz, acerca del problema de la habitación; las conclusiones de la Asamblea Ciudadana, convocada por dicho Centro; las intervenciones del mismo en el Ateneo de esa ciudad con ocasión de la Memoria de Reformas de Sevilla, presentada por el señor Conde de Colombí; y hasta con motivo de la frivolidad de unos juegos florales; Examinad(x) el proyecto de ensanche ciudadano, compuesto por el Concejal andalucista señor Ochoa, con la colaboración de ingenieros eminentes, no obstante lo cual, fue acogido con burlas y sarcasmos por vuestros munícipes en el Ayuntamiento; considerad, últimamente, los planes defendidos por el ingeniero señor Carrión, combinados a instancias de esa Liga de Inquilinos; y veréis que es rigurosamente cierto; que todos los antecedentes de esa pavorosa cuestión han sido recogidos ya y estudiados minuciosamente; y alternados en todas las formas imaginables, para plantear cada vez el problema de un modo diferente; y producir la menor alarma posible en los Intereses imperantes; y para alcanzar las soluciones, de modos legalmente simplistas; excusando la (x) complicación de trámites legislativos.
"El problema de la vivienda",
Asociación de Inquilinos de Córdoba,
Andalucía, nº 139, Año IV,
7 de mayo de 1919, pág. 10
Con este problema de la habitación, ocurrirá lo mismo que sucede con esa cuestión sombría que dicen “Problema Agrario Andaluz”, y que no es tal problema agrario, sino el más fundamental problema de un Pueblo que desconoció el feudalismo en los tiempos medioevales; reducido, ahora, a esclavitud feudal, por haberle sido arrebatada desde hace siglos, la tierra que perteneció a sus padres, por la conquista, o por el Despojo. Sobran ya, con respecto a este problema, las informaciones de hechos y las soluciones de doctrina. Casi todos los años, envía el Gobierno, (x) la consabida comisión del Instituto de Reformas Sociales, que venga a calmar, con sus promesas de estudio y de (x) próximos remedios, la fiebre de rebeldía que se apodera de los campesinos, sin campos, durante las épocas de la recolección. Volúmenes (x) innúmeros, pudieran acumularse conteniendo estas informaciones; los cuales bien volúmenes pudieran venir a sustituir los millones de libros que hubieron de quemar, cuando la conquista, los cristianos norteños en las aterradas, y antes rientes, ciudades de Andalucía. Pero, jamás han llegado, ni llegará nunca a resolver nada, desde el Centro depredador. Y, así, durante cinco Siglos… Pobre Andalucía, sin tierras en el Campo, y en las ciudades sin habitación!
Ya lo habéis visto, vosotros; asociados a la Cámara de Inquilinos de Sevilla. Los más altos representantes de los Poderes del Estado Español, os vienen a contestar con un silencio despectivo. Los fingidos mandatarios de vuestra ciudad, animados por la inspiración que del Centro, les llega, os responden más despectivamente, aún; porque a la indiferencia ante vuestros anhelos, agregan el escarnio de dilapidar los millones de vuestros empréstitos, regalando millones a los Banqueros comisionistas; gastando seis millones en un Hotel suntuoso (3) que a los sevillanos, sin casa insulta; (x) invirtiendo millones y más millones en satisfacer las codicias de los propietarios, para derribar casas en un bárbaro ensanche interior, que contradice nuestra tradicional estética (x) ciudadana, y que reduce el número de las casas habitables, en tanto agonizáis amontonados en los corrales de vecindad o en los infectos aduares, establos que os disputáis, sin embargo, por venir a morar, en los ruedos de la Urbe.
Y, es que esos poderes, no pueden responderos de otro modo. Porqué el Estado español no es la expresión jurídica de una forma social; porqué sus poderes no son poderes sociales; sino poderes representativos de los fueros de una clase dictadora. La Clase plutocrático burguesa, que ejerce la dictadura, siendo el Estado nada más que un arma terrible de la conservación y del fomento(x) de su interés, procurando por todos, por todos los partidos (x) que nutren sus planas mayores con profesionales de la política; o lo que es igual, con siervos indignos que se remontan primero sobre las espaldas del pueblo, para ofrecer desde estos pedestales sus servicios, que son traiciones, a la Plutocracia.
Por esta razón, y en estas condiciones, todos cuantos intentos se realicen para afirmar en el ánimo del pueblo, una esperanza en soluciones más o menos radicales, provenientes de la acción tuitiva de los Poderes actualmente constituidos, es restar inútilmente energías a su descontento expectante, a su voluntad revolucionaria; la única que puede venir a resolver indirectamente, estos hondos problemas que amenazan exprimir la vida de los pueblos; es venir a retardar la solución; es sustraer adeptos a la dignificación y a la Vida.
Por consiguiente, yo os exhorto a que permanezcáis (x) en vuestras organizaciones; a que las fortalezcáis, cada vez más; sobre todo a esa hermosa Cámara de Inquilinos, creada por la inspiración altruista de un eximio hombre apostólico (4); pero os conmino también a que (x) entre las genas reguladoras de vuestro futuro desenvolvimiento, no aparezca la esperanza en los regímenes actuales; sino que a una total desesperanza en ellos responda (x) un propósito firme de sustituirlos. por los medios adecuados
Y, ahora, para concluir; permitidme un desahogo. Yo quisiera que esa voluntad revolucionaria, fuese, en vosotros, voluntad fecunda; o, lo que es igual firme y ordenada voluntad, constructiva o restauradora. Y, para mejor indicaros mi propósito, permitidme una sencilla y breve historia, que ahora viene a cuento.
Era el tiempo en que (x) la Barbarie Medioeval, habíase enseñoreado de Europa. La cultura y el amor, pisoteados y desgarrados, por los caballos y las espadas de los cristianos en el resto del mundo, en Andalucía encontraron un paradisíaco asilo, inexpugnable y riente. Entonces, Andalucía, era libre. Y, el libre pueblo andaluz, brindó entonces, al mundo, una original civilización portentosa que salvó la idealidad, realizando como dice un poeta de (x) aquellos tiempos el milagro de “hacer salir el sol por Occidente” y determinando para la Humanidad, la Gloria del Renacimiento. No se sabe qué admirar más en aquella civilización, cuya historia, sabios extranjeros desenterraron. Si la general cultura, o el florecimiento espléndido de las ciencias y de las artes, o los regímenes (x) superiores en espíritu de tolerancia y de justicia a los de (x) épocas más avanzadas (x) aún que estas en las cuales nos debatimos durante el Presente.
LaPlaza Nueva de Sevilla, antes de la
construcción del monumento a Fernando III
Pero llegaron también a aquí, adviniendo desde el Centro y el (x) Norte de Iberia, los caballos y las espadas feudalistas, y conquistada fue Córdoba, la Atenas de Occidente; y Sevilla la Ciudad música y Poeta, que según Ben Said, el gran poeta sevillano del Siglo XII, era tan linda que el Señor en ella, se allanaba a perdonar los mayores pecados… Aquellos caballos y aquellas lanzas conquistadores, destructores de un pueblo feliz que no para la guerra, sino que para el amor alentaba, paladín fecundo de la paz, de la dicha y del progreso humanos, eran conducidos por ese Rey Guerrero, a quien vuestro Ayuntamiento, ha erigido un monumento reciente (5), gastando para ello, cerca de medio millón, en destruir una de las más bellas plazas andaluzas, con que Sevilla, se engalanaba. Desde entonces los vergeles fueron asolados, las vegas feraces convertidas en malezas, las bibliotecas cerradas; los libros, más tarde(x); y los sabios, quemados en la Plaza pública; y la Andalucía nuestra espantada, por boca de el Rondí, lloró, para siempre, la pérdida de su dicha y su duro sometimiento a una extraña inspiración; agolpándose desde entonces los andaluces hambrientos en torno de los campos acotados, convertidos en desiertos abrasados por el Sol; y alrededor de las tristes ruinas de los bellos palacios destruidos…
Ahora bien; por qué no ha de volver a ser, engrandecida y superada por un moderno sentido, la vida dichosa que ya pasó?
Yo tengo fe absoluta en el despertar de las energías originales del Genio andaluz. Yo creo que este Genio, siempre optimista y creador, volverá a encantar al Mundo con el espectáculo de sus maravillosas civilizaciones, en cuanto sacuda su marasmo; su servidumbre a inspiraciones extrañas; en cuanto se sienta y se crea libre. Yo tengo la firme convicción de que al recobrar el sentido de su vida histórica, vendrá a fraguar, como otras veces, regímenes sociales, originales, fraternos e igualitarios; tipos de organización social, que como en otras eras aconteció, ahora vendrían a afirmar, en el Occidente que (x) briega (x) en temibles luchas, por crear Instituciones (x) sociales, más humanas que las que agonizan, un modelo de redención.
Por esto, andaluces, concluyo pidiéndoos, un recuerdo para la vida dichos que por la vida libre de vuestros antepasados fue; un anhelo de renovación, para esa misma vida que engrandecida será; y un pensamiento; nada más que un pensamiento explorador de vuestra voluntad revolucionaria, por la libertad de este pueblo; (x) aún preterido; aún despreciado por el atavismo conquistador, que en (x) bufón medioeval lo vino a convertir; aún sometido a su larga prueba de ominosos infortunios, que para presidir su vida, ahuyentaron la Gracia y llamaron a la Muerte.

(1) Lo marcado en cursiva representa manuscrito original.
(2) Lo marcado como (x) representa una tachadura en el original.
(3) Sin duda se refiere al Hotel Alfonso XIII, que posteriormente, durante la II república, será rotulado como Andalucía Palace.
(4) El fundador de la Cámara de Inquilinos de Sevilla fue Pedro Vallina
(5) El monumento a Fernando III aún se encontraba en obras, siendo inaugurado en agosto de 1924.
Fuente: Fundación Centra