Abderramán I -o Abd Al Rahmán- nace el año 731 en Damasco, capital por entonces del imperio árabe, y escapa de la matanza de su familia perpetrada por los abbasíes en el 750, comenzando un periplo por Palestina y Norte de África (Ifriquiya) junto a su liberto Bard. Toma contacto con tribus y clanes afines a los Omeyas en Al Andalus (el Gobernador de Córdoba en esa fecha era sirio, etnia históricamente cliente Omeya), hasta que tras complicadas gestiones el 14 de Agosto del año 755 pisa por primera vez tierra andaluza en el Puerto de Almuñecar, comenzando una gira por todo el país recabando apoyos. En Marzo del 756 es proclamado Emir en la Mezquita Aljama de Archidona, dirigiéndose después a Sevilla, donde entra bajo clamor popular por el caos interno, sumándose nuevas y abundantes tropas.
El 15 de Mayo del 756 toma Córdoba, controlando en 10 meses la práctica totalidad del territorio nacional, y transformando a Al Andalus de provincia a Estado, para lo cual crea un ejército fiel y nacional (Yund), abandonando las estructuras tribales y modernizando las formas de Gobierno para evitar que su país entrara en la feudalidad europea.
De otro lado, aunque no elimina la invocación al Califa de Bagdad de la oración de los viernes (Salat al Yumua’), adopta el título de Rey (Malik) y la bandera blanca como enseña del nuevo poder, junto con divisas como el león rampante, la luna creciente, estrellas –sobre todo de 8 y 5 puntas-, llaves, o la mano de fátima.
Finalmente muere el 30 de Septiembre del 788 en la capital del Emirato, Córdoba, tras 32 años de gobierno y dejando a su heredero Hisham I un estado fuerte y adaptado a la nueva realidad.
NIETO CUMPLIDO, Manuel, Del Éufrates al Guadalquivir.Abd Al-Rahmán I, Editorial Castillejo, Sevilla, 1991
Composición a partir de una imagen del monumento a Abderramán I en Almuñécar. En árabe: Abd al Rahmán. 
